Garantizar la estandarización y eficiencia de los procesos del área de postventa, mediante el mapeo, definición y documentación de los mismos, asegurando el correcto flujo de la operación y alineación con los objetivos estratégicos de la empresa. Su propósito principal es optimizar la experiencia del cliente y elevar los niveles de satisfacción, a través de una operación postventa clara, consistente y orientada a la calidad del servicio.