La organización de eventos religiosos es un proceso que requiere planificación, coordinación y atención al detalle.
responsabilidades:
* planeación integral: desarrollar un plan para la celebración del día especial, considerando todos los aspectos, desde la decoración hasta la gestión con proveedores.
* atención a detalles: prestar atención a cada pequeño detalle para garantizar que todo esté perfecto.
* gestión de logística: coordinar la llegada y colocación de invitados, actividades durante la boda, transporte y otras necesidades.
* fuente de inspiración: ser una fuente de inspiración para los novios y su entorno, creando un ambiente positivo y relajado.
se requiere una gran capacidad de comunicación, flexibilidad y capacidad para manejar múltiples tareas al mismo tiempo. La organizadora de eventos debe ser capaz de trabajar bajo presión y mantener la calma en situaciones estresantes.