 
        
        Apoya a un departamento o superior en tareas operativas y de oficina para asegurar el buen funcionamiento diario. 
Sus responsabilidades incluyen gestionar la agenda, atender llamadas y correos, organizar archivos, redactar documentos y procesar información, entre otras funciones de apoyo. 
Un buen asistente administrativo necesita habilidades de organización, comunicación, competencia digital y análisis.